¿Cómo te llamas? ¿A qué te dedicas?

Me llamo Blanca Cenzano. Soy abogada y me dedico a la asesoría jurídica laboral.

 

¿Qué relación tienes con Marga?

Marga es mi tía por parte de madre y tengo una relación muy estrecha con ella. Me entiende y me aconseja siempre que lo necesito, como sólo ella sabe hacer.

 

¿Te gustan sus trabajos? ¿Cuáles son los que más te gustan?

Me encantan. Es un arte único, exclusivo, diferente. Es difícil decantarse por algo concreto, porque tanto sus retratos a carboncillo, como sus enormes tapices, por ejemplo, tienen un encanto especial, aunque sean cosas totalmente distintas. Por eso me quedaría con los dos. Los primeros por su maravillosa sencillez y los segundos por todo lo contrario: mezcla de materiales, tejidos y colores por doquier.

 

¿Tienes alguna obra de Marga en casa?

Sí, dos. Un belén que sigue puesto en la estantería del salón (¡a pesar de estar en marzo!) y un tapiz que me hizo hace muchos años: yo de pequeña con un búho en la mano. Es una maravilla que me regalaron mis padres y que tengo guardada hasta que encuentre el sitio que se merece en mi casa.

 

¿Haces algo relacionado con el arte?

No exactamente. Aunque me considero una persona creativa en otros ámbitos, el arte que reina en mi familia yo no lo he heredado. Es una pena, pero es así. De vez en cuando me da por hacer pequeñas cositas (broches, pulseras…), pero no tengo esa gracia especial.

 

¿Cómo ves a Marga?

Única. Puede sonar a tópico, pero lo creo de corazón. Es capaz de hacer que los niños no pierdan la ilusión por las pequeñas cosas y que la quieran muchísimo a pesar de no consentirles, sabe escuchar, aconsejar, entender, ponerse en la piel de los demás y siempre, siempre con una sonrisa y mucha paciencia. Creo que hay pocas personas tan generosas y desprendidas como ella. Admiro su capacidad de disfrutar al 100% de las pequeñas cosas sin sentir las necesidades socialmente impuestas que la mayoría de nosotros anhelamos hoy en día.

 

¿Hay vena artística en la familia?

Rotundamente sí. Y además es curioso, porque cada cual lo ha adaptado perfectamente a sí mismo. Hay tapices, cuadros, caricaturas, escritos, inventos de todo tipo, cocina, piedras pintadas, piñatas, ropa, accesorios, customización de prendas, canto, interpretación... Lo dicho, de todo y además con ese no sé qué que siempre es bonito, siempre queda bien, siempre tiene un toque especial.

 

¿Por qué la obra de Marga es tan única?

Porque, además de estar impregnada de su talento natural, le dedica muchísimo tiempo y mucha disciplina. Porque no sólo es importante saber hacerlo, también requiere un esfuerzo muy grande que ella está dispuesta a hacer. Y porque es una obra poco extendida. Al menos desde mi perspectiva y en esta época en concreto. Ahora la gente hace cosas rentables, que gusten sí, pero que se vendan. Y no valoramos ese tesón y los pequeños detalles. La antena de la libélula que conforma un tapiz lleno de insectos. Perfecta, al mínimo detalle. Eso cuesta mucho y no nos apetece pagarlo.

 

Si pudieras quedarte con una de sus obras, ¿con cuál lo harías?

Qué complicado… Lo cierto es que como veo tantas y tan a menudo, nunca me había parado a pensarlo y a decantarme sólo por una. Pero ahora mismo me viene a la mente un tapiz en tonos beige. Un jinete sobre un caballo. Ese tapiz es espectacular.